La etóloga Jane Goodall nació en Londres el 3 de abril de 1934. A los 23 años Goodall cumplió su sueño de viajar a Africa donde trabajó junto al antropólogo británico Louis S. B. Leakey (el mismo que insentivara a Dian Fossey en el estudio de los gorilas) quien le animó a instalarse en la reserva de chimpancés de Gombe, en el lago Tanganika en el año 1960. Y a pesar de que tuvo que vivir allí en condiciones nada envidiables, Jane asegura que es feliz porque su pasión por los animales que albergaba desde pequeña, se había convertido en su trabajo. Poco a poco, las anotaciones de Goodall y sus vivencias con los primates fueron dando sus frutos hasta el punto de que alguno de sus trabajos pasará a la historia como un referente para todos los estudiosos del origen de nuestra especie. Sin ir más lejos, en los setenta, la famosa etóloga fue la espectadora de lujo de una guerra entre dos grupos vecinos de chimpancés que duró cuatro años y que acabó hacia 1978 con la extinción de uno de los grupos. Con esta investigación Jane demostraba plenamente que los chimpancés eran unos animales sociales y políticos y que mantenían luchas por el territorio, al igual que el hombre. O lo que es lo mismo, según la doctora, los chimpancés son seres altamente evolucionados, sensibles y capaces de realizar cualquier tipo de actividad mental que hasta hace poco se consideraba exclusiva de los humanos. La única frontera que nos separa a nosotros de ellos es la capacidad que tenemos para hablar y comunicarnos. Pero sus estudios han ido más allá. La doctora Goodall ya está acostumbrada a las conferencias y a los foros de debate y no se cansa de mostrar al mundo algunos datos que son verdaderamente asombrosos. De esta manera aprendemos que los chimpancés son capaces de reconocer todo aquello que ven, pueden aprender el lenguaje de los sordomudos y de comunicarse con nosotros a través de él, se reconocen en un espejo e incluso, retienen ideas durante algunos días hasta el punto de ser capaces de realizar funciones simples con el ordenador. Pero sin embargo, hoy en día el chimpancé es un animal en peligro de extinción y ésta se ha convertido en su nueva lucha. Hay datos desalentadores. En 1960 existían alrededor de un millón de chimpancés. En el año 2000, se estima que sólo quedaban 150.000. Ello se debe al daño que están ocasionando las empresas madereras en África que entran con sus camiones en los bosques tropicales en zonas hasta hace poco inaccesibles, arrasando con todo lo que encuentran a su paso. Como estas incursiones llevan su tiempo, las empresas debían alimentar a sus trabajadores y a sus familias. Y por desgracia, no encontraron nada mejor que la carne de simio que según la doctora, también es una carne muy preciada en los restaurantes exóticos de todo el mundo. Pero por suerte, esta primatóloga de trato agradable y de mirada tranquila todavía lucha por salvar al chimpancé de su extinción y por conocer más detalles de su comportamiento. Sabe que el futuro pasa por mantener a estos primates en reservas o zonas protegidas separadas entre sí como en España se viene haciendo desde hace un tiempo, con los osos.
Pero su apuesta es mucho más ambiciosa. Sabe que lo que está en juego es la propia naturaleza y para ello, nuestra doctora nos propone que hagamos el boicot a las empresas que no tienen una ética con respecto al medio ambiente y nos advierte que en nuestras manos y en nuestros bolsillos está el no comprar alimentos manipulados genéticamente, ni carne procedente de granjas industriales, ni muebles hechos con madera de bosques talados. Nadie se atreverá a vender lo que nadie quiere comprar, pero para ello es necesaria una firme conciencia ecológica y educar a nuestros hijos en el respeto a la naturaleza y al medio ambiente. Como puede comprobarse, detrás de ese rostro cansado y de ese pelo cano emerge la figura de una mujer venerable y vital, optimista ante todo y que cree con todas sus fuerzas en la sociedad. Bibliografía. En la senda del hombre (Ed.Salvat). Narra la vida y costumbres de los chimpancés de Gombe, la reserva natural de Tanzania donde la autora realizó su trabajo científico. Gracias a la vida (Ed. Mondadori). Se trata de su libro más reciente. Un libro de memorias donde ofrece su visión del estado actual de la Naturaleza y el medio ambiente.